La gran demanda de alimentos a nivel mundial se ha convertido en los últimos años en un factor fundamental para la transformación de los sistemas agrarios, que actualmente buscan maximizar los rendimientos de los cultivos. El uso y la correcta clasificación de los herbicidas han permitido aportar grandes beneficios al tema.
Desde Dekalpar comprendemos su importancia clave para el control de las malezas y la rentabilidad de la producción.
¿Qué son los herbicidas?
Antes de realizar una clasificación de los herbicidas debemos comprender que se trata de productos químicos que poseen la capacidad de alterar la fisiología de una planta, provocando su muerte o el crecimiento anormal de la misma.
El modo de acción que lleva a cabo un herbicida consiste en una serie de eventos que se manifiestan desde el mismo momento en que es absorbido por la planta, hasta el surgimiento de fitotoxicidad.
Clasificación de los herbicidas
Existen diversas formas de clasificación de los herbicidas que incluyen el modo en que se aplican, las propiedades químicas que los componen y los modos de acción sobre la vegetación.
La importancia de conocer las características fundamentales reside en que condicionará una mejor elección para aplicar a nuestros cultivos.
A continuación compartimos las diversas formas que se utilizan para clasificar los tipos de herbicidas:
Modos de acción
Dentro de esta clasificación, que refiere al modo en que el herbicida actúa sobre la vegetación, podemos encontrar:
- Herbicidas totales: cuya aplicación tiene como objetivo el control total del lote, sin discriminación entre malezas y cultivo. La dosis varía de acuerdo al tipo y tamaño de la mala hierba que se quiere combatir. La materia activa que compone a la gran mayoría de los herbicidas totales es el glifosato.
- Herbicidas selectivos: cuyo fin es eliminar un tipo de maleza en concreto, preservando el cultivo que ya se ha sembrado en el terreno. De acuerdo a las características específicas y el crecimiento de cada maleza, se aplicará un herbicida selectivo en determinados meses y con ciertas cantidades controladas.
Tiempos de aplicación
De acuerdo a esta clasificación, los herbicidas se aplican dependiendo del tiempo que transite la siembra de las semillas. Pueden aplicarse durante:
- La presiembra: cuando el terreno se encuentra desnudo y se requiere matar la maleza para posteriormente sembrar
- La preemergencia: se aplican antes de que emerjan posibles malezas que en otros períodos han aparecido
- La postemergencia: se dirige al control de aquellas malezas que han escapado a la aplicación de presiembra o preemergencia.
Familia Química
En esta clasificación podemos distinguir a triazinas, cloroacetamidas, fenoxiacéticos, sulfonilureas, entre otros. En estos casos, los componentes que poseen los herbicidas inciden de manera efectiva en las malezas inhibiendo su desarrollo, la fotosíntesis, la actividad hormonal, el desarrollo celular, etcétera, dependiendo de la familia química del producto.
Movilidad de la planta
Esta clasificación hace referencia a:
- Herbicidas de contacto: cuya acción no afecta la raíz de la planta sino que se centra en hojas y tallos.
- Herbicida sistémico: aplicado sobre tallos y hojas pero absorbido por la maleza hasta la raíz, logrando la destrucción total de la planta.
Mediante esta importante clasificaciones de los herbicidas, podemos concluir que no existe un único y constante herbicida que debas aplicar a tus cultivos. La elección es mucho más compleja pero no imposible de llevar a cabo siempre que poseas los conocimientos adecuados acerca de cómo actúan y cuándo deben ser aplicados.
Lo relevante para cada caso en particular es contemplar:
- EL TIPO DE CULTIVO QUE SE HAYA SEMBRADO.
- EL TIPO DE MALEZA PROBLEMÁTICA QUE SE ENCUENTRA EN EL LOTE Y SE BUSQUE ELIMINAR.
- EL ESTADÍO FENOLÓGICO DE LAS MALEZAS PARA LOGRAR UNA APLICACIÓN EFECTIVA.
Mediante estas 3 claves, será posible elegir el herbicida adecuado para un lote y asegurar resultados óptimos en la siembra y la posterior cosecha.