De acuerdo a la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas, el rendimiento de granos de maíz en Paraguay fue de 5.000 kg/ha. Sin embargo, existen muchos factores que influyen en el rendimiento final del cultivo de maíz. Entre los más importantes podemos citar al clima, la genética, la fertilidad de suelos, el manejo de nutrientes, la protección de cultivos, el manejo de la calidad de siembra y el tratamiento de semillas, entre otros.
Queremos destacar que la fertilidad biológica es fundamental. Debido a que la disponibilidad de cantidades adecuadas de nutrientes a los cultivos es esencial para que estos tengan un rendimiento adecuado. El manejo de nutrientes en el cultivo del maíz, también es clave para tomar las decisiones correctas.
En esta instancia siempre se debe atender a los principios 4 C de manejo de nutrientes. Los mismos son promovidos por el International Plant Nutrition Institute. Estos conceptos consisten en la aplicación de la fuente, la dosis, en el momento y en el local correctos. Lo bueno es que se enmarcan dentro de la práctica de una agricultura sustentable, cuidando al medio ambiente y ayudando al objetivo de producir más y mejor
Para manejar los nutrientes de forma correcta, hay que conocer y entender los padrones de absorción de nutrientes de cada cultivo. Además, se debe conocer en qué momento el cultivo precisa cada tipo de nutriente y la cantidad adecuada que precisa que te contaremos a continuación.

Manejo nutricional del cultivo del maíz
En Paraguay existen reportes de productividades elevadas de maíz (≥10.000 kg ha-1). Estas dependen del comportamiento del clima durante el año agrícola, al nivel de inversión y manejo intensificado. Normalmente, el promedio nacional paraguayo de productividad de maíz está cercano a los 5.000 kg ha-1. A esto se lo conoce como la “brecha de rendimiento” o potencial de rendimiento.
Actualmente, existe una imperiosa necesidad de disminuir las brechas de rendimiento en Paraguay y una herramienta importante para lograrlo es el manejo nutricional intensivo. En este sentido, una fertilización tradicional por vía del suelo acompañada de una complementación nutricional por vía de la fertilización foliar puede ayudar. A su vez, estos macro y micronutrientes deben ser aplicados en la cantidad suficiente para optimizar y garantizar la provisión de nutrientes.
Recordemos que la obtención de altos rendimientos en el cultivo de maíz viene acompañada de la absorción de altos niveles de nutrientes. Por lo que la aplicación de fertilizantes minerales se vuelve imprescindible para garantizar la formación de altos rindes y la reposición de nutrientes extraídos y exportados del suelo.
Fertilización nitrogenada
Por su parte, la fertilización nitrogenada representa el mayor desafío en lo referente al manejo nutricional del cultivo de maíz. En parte debido a que no existe análisis de suelo que ayude a predecir la respuesta de maíz a la fertilización con N. Comúnmente la urea es el fertilizante nitrogenado más utilizado. Su tasa de hidrólisis de la urea es muy alta y ocurre en un periodo breve de tiempo. Aunque, existen altas probabilidades de que ocurran deficiencias de N en periodos críticos para el cultivo de maíz, lo que puede comprometer el potencial de rendimiento final.
La recomendación para el manejo de N en el maíz es generalmente aplicarlo en forma parcelada. En un primer momento se debe aplicar entre el 20-30% del total de la dosis en la siembra. El resto se aplica cuando el maíz se encuentra entre las etapas de crecimiento V4-V6. De modo que las plantas lleguen bien nutridas al período de máximo crecimiento y absorción, que generalmente ocurre entre las etapas de crecimiento V8 a V14.

Las tecnologías en fertilizantes nitrogenados presentes en el mercado que ayudan a disminuir las pérdidas y aumentar la eficiencia de uso del nitrógeno. Una alternativa interesante debido a las ventajas logísticas y agronómicas que presentan son los fertilizantes líquidos nitrogenados. Se trata de urea-amonio-nitrato en mezcla con tiosulfato de amonio (UAN + TSA).
Históricamente los productores paraguayos no utilizan N en el sistema de producción de maíz. Sin embargo, hoy en día se aplica en el cultivo del maíz, trigo, sorgo y otras gramíneas. El mismo brinda excelentes resultados. Por ello, debemos cambiar el accionar tradicional si queremos apuntar a rendimientos elevados.
Nutrientes relacionados con N
Aunque la absorción del fósforo por parte del maíz sea relativamente baja, cumple un papel fundamental en los procesos metabólicos de la planta. Por otra parte, el potasio es indispensable pues es responsable por la regulación osmótica de la planta y la apertura y cerrado de los estomas en las hojas. De forma que la cantidad de potasio que se requiere para obtener altos rendimientos es elevada y es comparable a la cantidad de N.
Además, el calcio y magnesio también son dos nutrientes con una estrecha relación entre sí. Por eso se recomienda la aplicación de cal agrícola dolomítica para provisionar de calcio y magnesio en el suelo. Posteriormente estos serán absorbidos por los cultivos y optimizarán el crecimiento radicular. Al mismo tiempo, la aplicación de cal agrícola ayuda a eliminar la acidez del suelo.
Por último, el azufre es un nutriente que se relaciona muy estrechamente con el N. Por lo que a cantidades mayores de N absorbido aumentará el requerimiento de S. Se estima que la relación N:S ideal varía de 5-8 en el cultivo de maíz. Es decir, por cada 5-8 kg de N, debemos aplicar 1 kg de S.

Manejo adecuado del cultivo del maíz
En lo referente a micronutrientes, el boro y el zinc son muy importantes para el cultivo de maíz. Por eso no se debe negligenciar teniendo en cuenta que muchos suelos de Paraguay presentan deficiencia de estos micronutrientes. El molibdeno también es destacable por su relación directa con el aprovechamiento del nitrógeno. Todos los nutrientes (macro y micro) cumplen funciones esenciales para el crecimiento adecuado del maíz, y el nutriente que esté en cantidad insuficiente será el que limite el rendimiento final de granos (ley del mínimo de Justus von Liebig).
De esta manera, entendemos la importancia del manejo adecuado de nutrientes dentro de lo que es el objetivo de disminuir de las brechas de rendimiento en Paraguay, con especial énfasis en el manejo del nitrógeno y el azufre.
Lo que nos lleve a la obtención de altos rendimientos no será una práctica agrícola en particular, sino la interacción de factores de producción con manejos adecuados. La rotación de cultivos con el uso de cultivos de cobertura, la adopción de manejo conservacionista del suelo y la selección/desarrollo de variedades más eficientes en el uso del N también son claves para el aumento de la eficiencia de uso de nutrientes.
Cuando se manejan todos los conceptos técnicos, como calidad de siembra, densidad poblacional adecuada, manejo por ambientes, aplicación de productos fitosanitarios en los momentos correctos, etc., el sistema de producción se vuelve más eficiente, con lo que se puede llegar a la sustentabilidad.
Recomendaciones para el cultivo del maíz
La construcción de perfil de suelo que permita el crecimiento del sistema radicular del maíz a mayores profundidades es fundamental para que el cultivo pueda aprovechar todos los nutrientes disponibles en el suelo luego de la aplicación de fertilizantes minerales, para finalmente obtener altos rindes. Un sistema radicular profundo y saludable, además, hace posible una mayor resistencia al estrés hídrico, ya que las raíces son capaces de extraer agua de profundidades mayores.
En este contexto, lo que se busca dentro del marco conceptual del manejo racional de la fertilidad del suelo y el manejo de nutrientes para el cultivo de maíz es: tener un suelo químicamente corregido, físicamente adecuado y biológicamente activo.