Todos los años las enfermedades generan grandes mermas en el rendimiento de los cultivos y la calidad de los granos. El uso integrado de fungicidas en el maíz, junto a otras herramientas de manejo puede permitir a los productores controlar adecuadamente las enfermedades y potenciar su rentabilidad.
Las enfermedades son una afección común en las plantas que causan grandes pérdidas económicas en los cultivos debido a su impacto negativo en el rendimiento y la calidad de los granos. Pueden ser generadas por hongos, bacterias y virus; siendo los primeros aquellos patógenos que ocasionan las mayores pérdidas a nivel mundial.
El adecuado tratamiento de las enfermedades en las plantas, como la implementación de fungicidas en el maíz, se constituye como una buena práctica agrícola habitual y necesaria para mejorar la producción y lograr la sustentabilidad en nuestros cultivos.
¿Qué son los fungicidas y cuáles existen?
Los fungicidas corresponden a un tipo de plaguicida que se emplea para el control de enfermedades generadas por hongos, inhibiéndolo o eliminándolo totalmente.
Es importante destacar que, no todas las enfermedades pueden ser efectivamente controladas por los fungicidas. Tal es el caso de enfermedades que afectan el sistema vascular de las plantas o patologías generadas por bacterias, sobre las cuales no ejercen ningún efecto.
Frente a esta problemática, la importancia de la identificación de la causa de una determinada sintomatología antes de tomar la decisión de aplicar un fungicida, se torna indispensable.
Tipos de fungicidas
Los diferentes fungicidas pueden ser clasificados dependiendo del atributo que poseen. Gran parte de las clasificaciones están basadas en los siguientes factores relevantes:
- Movilidad en la planta:Pueden ser de contacto o sistémicos. Los productos llamados “de contacto” poseen la característica de permanecer en la superficie de la planta. También son conocidos como “protectores” y en determinadas situaciones pueden generar fitotoxicidad.
Los productos sistémicos (penetrantes) se caracterizan por ser absorbidos por los tejidos vegetales y pueden movilizarse dentro de la planta desde su sitio de absorción. Algunos poseen poca movilidad y al ser absorbidos solo se movilizan dentro de la lámina de una hoja.
- Mecanismo de acción: los fungicidas pueden controlar hongos afectando a sus enzimas, dañando sus membranas celulares y cortando vías metabólicas. El modo de acción definirá qué hongos puede controlar.
- Forma de protección: Se trata de fungicidas preventivos (generalmente se trata de productos de contacto) y curativos, capaces de erradicar al patógeno una vez que ha generado la infección.
¿Cómo utilizar eficientemente fungicidas en maíz?
Los fungicidas en maíz son utilizados fundamentalmente para el control de enfermedades foliares.
El manejo integrado de las enfermedades foliares en maíz se basa en la aplicación de un adecuado y periódico monitoreo de las condiciones ambientales predisponentes y de la aparición de síntomas iniciales de las enfermedades las plantas.
En caso de que el ambiente climático sea favorable para el desarrollo de una determinada enfermedad, se podrán aplicar fungicidas preventivos a fin de no permitir el ingreso de la enfermedad a las plantas. Ante la detección de síntomas en las plantas (ya se ha producido la infección) será viable el uso de productos que detengan su avance y que también sean erradicantes.
La utilización de estrobirulinas, triazoles y sus mezclas han demostrado ser eficiente en el control de enfermedades foliares en maíz tales como la Roya del Maíz o el Tizón foliar.
Además, numerosos estudios dan cuenta que el empleo de fungicidas en maíz es una práctica que incrementa notablemente el rendimiento del cultivo y la calidad de los granos.
Es importante recordar la importancia de la rotación de principios activos entre aplicaciones a fin de prevenir la aparición de resistencia genéticas de los hongos a estos fungicidas.
Por otra parte, una de las recomendaciones más relevantes radica en integrar al uso de estos productos, otras prácticas que disminuyan las probabilidades de aparición de enfermedades y/o que permitan que el cultivo se defienda mejor de las mismas.
Entre ellas se destacan la rotación de cultivos, el manejo de la fecha la siembra y la utilización de híbridos de comportamiento destacado frente a enfermedades foliares.
Todos los años las enfermedades generan grandes mermas en el rendimiento de los cultivos y la calidad de los granos. El uso integrado de fungicidas en el maíz, junto a otras herramientas de manejo puede permitir a los productores controlar adecuadamente las enfermedades y potenciar su rentabilidad.
Las enfermedades son una afección común en las plantas que causan grandes pérdidas económicas en los cultivos debido a su impacto negativo en el rendimiento y la calidad de los granos. Pueden ser generadas por hongos, bacterias y virus; siendo los primeros aquellos patógenos que ocasionan las mayores pérdidas a nivel mundial.
El adecuado tratamiento de las enfermedades en las plantas, como la implementación de fungicidas en el maíz, se constituye como una buena práctica agrícola habitual y necesaria para mejorar la producción y lograr la sustentabilidad en nuestros cultivos.